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Título del Relato: "El Último Aliento de la Ciudad"
Era un día más en lo que quedaba de la ciudad de Zarath, un esqueleto de concreto y acero que una vez albergó sueños y ahora custodiaba pesadillas. Los edificios, perforados por la vegetación rebelde y los vientos del cambio, se alzaban como monumentos a la arrogancia de una era perdida. En las calles desoladas, la silueta de una figura encapuchada se movía con propósito, su silencio una declaración de resistencia contra el cacofónico viento que traía voces del pasado.
El escenario apocalíptico no era lo que destruyó el espíritu de Alex, sino la soledad que permeaba su existencia. Había aprendido a sobrevivir: filtrar agua con raíces de los edificios, cazar las criaturas mutadas que se aventuraban por la ciudad y evitar las zonas aún radiactivas. Pero lo que no pudo aprender fue a convivir con el vacío que la ausencia de humanidad había dejado tras el Evento.
Cada día, Alex visitaba la biblioteca central, un ritual en busca de respuestas o al menos un escape. Entre montañas de libros y escombros, encontró un diario, resistente al tiempo, perteneciente a un escritor del antes. Sus palabras, impregnadas de temores sobre una catástrofe inminente, resonaban con la realidad que Alex vivía. Fue aquí donde surgió la idea de documentar su propia existencia, no para alguien más, sino para enfrentar el espejo de su mente...