Presento mi propuesta para el anuncio en el cual selecciona redactor de contenidos Web sobre psicología y superación personal. Soy licenciado en Derecho, técnico en Marketing y Máster en Dirección de Finanzas. En este momento, me dedico a la redacción freelance profesional a tiempo completo. He desarrollado ya numerosos proyectos, de diferentes cuantías y duración. Escribo en la actualidad para distintos blogs, diarios, revistas, trabajos técnicos promocionales para empresas y sus sitios Web, etc. También tengo en mi haber varias novelas ya escritas.
Acabo de realizar un curso sobre SEO y posicionamiento Web. Estoy acostumbrado también a trabajar con plataformas WordPress, no hay problema en ello. Suelo trabajar mediante factura, pues estoy obligado a la liquidación del IVA.
Me considero una persona metódica y muy ordenada. Dedico cada día muchas horas a escribir, y lo hago a las mismas horas, procuro que, aunque trabajo desde casa, mis horarios se cumplan de una forma taxativa. Para el proyecto que Vd. ofrece, me comprometo a seguir sus instrucciones e indicaciones, a cumplir los plazos de entrega de una forma diaria, y a recopilar e investigar toda la información que sea precisa.
Para cualquier duda o aclaración, o adecuación entre Vd. y yo en el sentido que sea, puede ponerse en contacto conmigo en mi dirección de correo: pacomagar@hotmail.es.
A continuación pongo dos artículos que he escrito recientemente como ejemplo. Pero si consulta mi perfil en Nubelo, podrá encontrar muchos más ejemplos. Muchas gracias por su atención. Será un placer para mí el tener la oportunidad de colaborar juntos en la prosperidad de su blog.
Atentamente,
Francisco María García.
Egocentrismo
Lo definimos como una exaltación de la propia personalidad, hasta tal punto, que lleva a la persona a atender solamente su propio interés, sin interesarse por el bienestar ajeno. Este tipo de formas de vida va asociado a circunstancias que se padecen de forma paralela. En muchos casos se trata de personas con un carácter bipolar, que tienen lo que se llama “picos de sierra”, es decir que pasan de la euforia a la depresión, y del bienestar máximo a la ansiedad y visión negativa de todo, de una forma alternativa y sin razones aparentes, o simplemente, motivados por el más mínimo detalle. En otros casos, sencillamente estamos ante personas con un marcado egoísmo personal.
Una de las consecuencias del egocentrismo es, respecto de la vida en pareja, lo que se denomina la “ley del embudo”. Las personas egocéntricas se permiten a sí mismas algunas actuaciones con respecto a la forma de llevar su situación sentimental, y, sin embargo, no toleran en modo alguno que su pareja haga el más mínimo movimiento, en lo que a estas actuaciones se refiere. Con bastante acierto suele decirse que el egocentrismo es el enemigo número uno de la pareja. Pues se eliminan algunos parámetros que son fundamentales, como por ejemplo la confianza, la sinceridad, y, por supuesto, la imprescindible reciprocidad.
La persona que centra toda la atención en sí misma va camino del aislamiento social. Es incapaz de comprometerse por ninguna otra cosa que no sean sus propias necesidades. De esta forma, es muy difícil hacer nuevas amistades y mantener las existentes. Pero la supuesta causa de este aislamiento, el egocéntrico o egocéntrica siempre la buscará fuera de su persona. Son los demás los que se separan de él o de ella, porque no entienden, ni reconocen, ni aceptan, su superioridad.
Es preciso superar el egocentrismo para disfrutar bien la vida. Hay que aprender a ver las cosas desde una perspectiva diferente, desde otro ángulo. Las soluciones a los problemas de mayor o menor tamaño que nos preocupan siempre están ahí. La cuestión real es que, si estamos atenazados por la angustia, somos incapaces de ver estas soluciones. Se debe tener en cuenta que no siempre son nuestros criterios los válidos, que nuestras experiencias no son siempre las más determinantes y decisivas. Que hay que tener en cuenta nuevas formas de ver las cosas. Nuevas ideas. Hay que tener una mente abierta, y esto nos hará ser verdaderamente grandes, y llegar donde nos propongamos. A esto se le llama aprendizaje continuo.
Amor inteligente
Suele decirse que es más difícil mantener un amor que conquistarlo. Vivimos en tiempos complicados para el amor. Ausencia de valores, superficialidad, dificultades económicas y de todo tipo. Hay una vieja máxima que es “cuando el dinero no entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. En esta etapa de crisis mundial en la que estamos inmersos, y que afecta a la economía doméstica, el amor idílico y que nos han vendido en las películas se hace complejo de mantener. Pero el amor real no es ese, sino otro basado en la complicidad, en la sinceridad, la entrega, el sacrificio y la renuncia en ocasiones, en la lealtad, en la reciprocidad y en la confianza.
Diferentes consejos pueden ayudarnos a una vida de pareja sana y duradera:
- Tener una visión interior positiva y real de nuestra pareja. No sumamente ensalzada unas veces, y otra negativa hasta el punto de falsear mentalmente la personalidad real de la otra persona.
- Nuestra pareja debe tener su libertad de acción. Y no tenemos que perseguir, controlar, inspeccionar todas sus cosas y actividades. Esto nos convierte en seres desconfiados, susceptibles, y nos rompe nuestra serenidad mental del día a día.
- Dedicarse, por obligación, una salida juntos. Aunque sea difícil hacerlo por agendas repletas de actividades, hijos, responsabilidades, trabajos, etc. etc. Un fin de semana cada quince días, un día a la semana, o lo que sea posible. Una visita a una ciudad con encanto, un día en la naturaleza, o lo que guste. Pero los dos solos, sin prisas, asentando la pareja.
- Ser conscientes de que las relaciones tienen sus días bonitos y también sus días y momentos malos. Nada de lo que las novelas rosas nos han vendido tiene mucho sentido pasado un tiempo en una relación madura. Hay momentos buenos y otros malos.
- Como en el resto de cosas de la vida, el saber usar la “mano izquierda”. La habilidad en la argumentación, el saber callar a tiempo, y hablar cuando es preciso. Esto sirve para todas las relaciones humanas, y, por supuesto, para la pareja.
- Fundamental es no “arrastrar” discusiones pasadas. El saber empezar de nuevo cada día, sin tener a mano una especie de “lista de agravios”, con la que contraatacar a nuestra pareja en el momento justo. Esto nos impide mirar hacia delante.
- El diálogo es la base. Se pueden decir cosas fuertes, si creemos que es necesario hacerlo, pero de muchas formas. Hay una cantidad inmensa de palabras donde elegir, y es importante escoger las adecuadas, las más conciliadoras, y las menos agresivas.
- El punto de humor es muy positivo. El saber desdramatizar situaciones complicadas, en afrontarlas con cierto toque de ironía, buscando la gracia en lugar del drama, todo esto hará que se superen fácilmente muchas adversidades.
- Una vida sexual sana. No es lo más importante el sexo en una relación. Hay otras cosas. Pero sí es muy importante. Lo programado no estimula las relaciones sexuales. Las estimula la espontaneidad y la comunicación.
- La monotonía y falta de objetivos va minando la pareja. Es preciso tener unos objetivos, ilusiones, proyectos, para desarrollar juntos.
- Evitar discusiones innecesarias. Saber localizar este tipo de momentos, en que, influidos por nuestro estado de ánimo, estamos tensos y susceptibles. Es mejor callar.
- Suele hablarse del respeto en tres direcciones: el de palabra, por supuesto, evitando tonos hirientes, acusatorios, palabras que sólo sirven para descalificar; el de gestos, el lenguaje no verbal, caras largas, muestras de apatía, miradas desafiantes; y el respeto de obra, el maltrato físico o psicológico, aspectos éstos más graves.
- Ser capaz de ser feliz con uno mismo antes de pretender ser feliz con otra persona.
La felicidad, recordemos, no es el final del camino, sino todo el camino. Las relaciones no están fijas, sin más, y lo estarán siempre. Necesitan su cuidado y atención diarios. El amor no debe ser el pasional y doloroso que nos han contado. Sino el racional, inteligente, y maduro. Sólo así tendremos una vida sentimental plena.