No soy normal, soy freelance

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En un taller al que acudí hace algún tiempo, la tutora después de presentarse brevemente, nos preguntó, a bocajarro, si éramos normales. Mientras nos movíamos incómodos en las sillas y nos mirábamos entre nosotros desconcertados, insistió: ¿Sois todos normales? ¿hay alguno no normal? Afortunadamente pronto nos desveló el misterio, por normales se refería al empleado tradicional y por no normal al autónomo o freelance.

Diferencias entre ser "normal" o freelance

Según este criterio yo he sido normal en  algunos períodos de mi vida y en otros no, pero el comentario me hizo reflexionar. ¿Están tan claras ahora mismo las fronteras entre estos dos estilos profesionales?. Los trabajos, con contrato o sin él,  muy raramente son estables, seguros y "para toda la vida".  Alguien que trabaja para una empresa con un contrato "por proyecto", ¿es tan distinto a un autónomo que factura su trabajo?  De alguna manera el puesto de trabajo tradicional ha perdido parte de la seguridad que lo caracterizaba al tiempo que se han creado plataformas que ayudan al trabajador freelance a visibilizarse y a asegurarse el cobro de los trabajos realizados. Además, unos y otros estamos obligados a mantenernos al día e incluso a reinventarnos con el ritmo de los tiempos. Por otra parte lo que consideramos normal y lo que no, tiene mucho que ver con lo que hace la mayoría, y tengo la sensación que los no normales empezamos a ser tantos que pronto seremos tan normales como nuestros compañeros asalariados.  De hecho creo que el futuro es nuestro, simplemente porque ahora mismo les conviene a las empresas esta flexibilidad. ¿Alguien recuerda la película "Queimada"? Si la memoria no me engaña, en un momento dado decían: "¿Qué es mejor, comprar la leche o alimentar la vaca?".  Mi intuición es que en períodos inciertos y cambiantes muchas empresas van a preferir comprar la leche. Y esto me lleva a otra pregunta, ¿Qué es mejor para la vaca? E incluso a otra, ¿la vaca puede elegir? Disculpad los que consideréis que la metáfora no es muy afortunada, pero creo que la idea queda clara. Contratar profesionales freelance puede ser muy práctico para la empresa en trabajos que no van a ocupar una jornada completa, mientras que para el profesional es una oportunidad para poder trabajar para varios clientes, en un momento en que es difícil encontrar un trabajo estable.  Pero más allá de esto el profesional freelance también tendrá la oportunidad hacerse una reputación, descubrir nichos de mercado o nuevas necesidades e incluso transformarse en emprendedor, colaborando o empleando a otros profesionales, gracias a una posición más flexible y creativa.   Banner colaboración Redacción

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